El establecimiento es uno de los más bellos de la ciudad para albergar un restaurante, aunque los que han pasado por el local hasta el momento no han tenido la suerte que esperaban. Su salón es elegante y espacioso, decorado con mucho gusto. Está en el número 129-131 de la calle Gràcia de Sabadell, en el edificio conocido como Casa Miralles, una casa modernista construida en el 1893 por el arquitecto sabadellense Juli Batllevell que era colaborador de Antoni Gaudí.
Su oferta se basa en pizzas artesanas al horno de leña.
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