Un clásico de Barberà del Vallès

 

Este mesón de estética cuidadosamente rústica destila buen gusto en todos sus salones. Quiere y consigue ser una especie de «masía urbana» en palabras de Sonia Valladares, co-propietaria del negocio. Esto significa conseguir un entorno relajado y una gastronomía de nivel enmedio de la ciudad. «Hemos logrado que los clientes se sorprendan y que repitan», asegura satisfecha.

 

El restaurante ha demostrado un especial énfasis en destacarse por la calidad. Al traspasar el umbral de la puerta uno siente que se encuentra en un gran restaurante. Y cuando lee los platos de la carta ratifica esta sensación.

 

Los platos de la carta son hechos en casa, utilizando materia prima de calidad y cuidando mucho el producto y su elaboración. Los tiempos de cocinado y preparación, además del toque de su chef, hacen que sea un placer para el paladar. La carta la van variando cada cierto tiempo dándole el toque de la temporada para que vaya más de acuerdo con los gustos de los clientes. Su menú diario se caracteriza por ofrecer platos caseros, los de toda la vida, junto con los más vanguardistas, utilizando productos de mercado, frescos y de la mejor calidad.

 

Los asados, las ensaladas, los platos de cuchara y los postres de la abuela hacen que comer un menú sea toda una experiencia gastronómica a un buen precio. En la bodega del mesón predominan vinos y cavas de nuestra tierra y de todo el mundo pero siempre de calidad. Apuestan también, en las sugerencias, por vinos de bodegas pequeñas pero con el talante de las más grandes. Dispñonen de salones privados, terraza de bar en verano y terraza interior, y menús especiales para grupos. Organizan celebraciones y eventos a la carta.