A pie de la carretera que une Sabadell con Castellar luce con luz propia una brasería de nuevo cuño: Can Vilar II. Sus responsables, Jose María Premán y Jose Luís García, trabajan codo con codo arropados por un equipo de profesionales, con el único objetivo de contentar al cliente a base de calidad, cantidad y buen precio. Es su manera de entender la hostelería a la que se han dedicado toda la vida. Y tienen éxito.

Buenas manos

De su cocina salen ricas recetas de sabor tradicional y «sin experimentos», señala el chef José, que demuestra tener criterio y muy buena mano. De entre los primeros destaca por lo  llamativo del nombre las «Papas al cachondeo con huevo trufado», una versión muy personal de los huevos estrellados que incluye pimientos, cebolla bien pochada y jamón. Un primero sustancioso que puede dar pie por ejemplo a unos dados de ternera en salsa de vino que son una perdición y que se pueden encontrar entre las sugerencias.

La carne a la brasa se prepara con carbón de Cuba, lo que le confiere un gusto y aroma especial que hacen más suculento si cabe el cordero, pollo, conejo…o el chuletón de buey de un kilo.

Aunque de entre toda su oferta destacan por méritos propios las brochas; un plato rescatado del bahúl de los recuerdos gastronómicos y que es una diversión en sí mismo. Proponen cuatro versiones: carne, butifarras, bolas de pollo y de gambas con sepia. Todo con su guarnición.