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La mona de pascua es un dulce tradicional que en Catalunya el padrino regala a su ahijado. Es una antigua costumbre (se tiene constancia desde el siglo XV) que ha ido evolucionando a lo largo de los años. Hoy día se mantiene aunque de forma completamente diferente. La mona original consistía en una especie de coca que se hacía con harina y azúcar, entre otros ingredientes y que el padrino regalaba a su ahijado. Esta mona debía llevar tantos huevos como años tenía el pequeño. Y se dejaba de regalar cuando éste recibía la primera comunión. Con la entrada del cacao en el siglo XVI, el dulce se convirtió en una especie de bizcocho cubierto de yema, mantequilla o chocolate, decorado con huevos, figuritas y plumas.

En la actualidad

En cambio hoy día la mona puede ser un pastel decorado con plumas y huevos de chocolate, o directamente una construcción de chocolate. Ésta última es la que más atrae a los niños pues los artesanos pasteleros de Catalunya son verdaderos artistas y crean personajes populares de los dibujos de televisión, cómic y el cine.

Este año las propuesta son muy diversas ya que tal y como aseguran los propios pasteleros: «Hay demasiados canales de televisión y cada niño tiene su personaje preferido». Por eso la oferta es muy amplia: Desde los personajes de Diseney que funcionan de toda la vida hasta Hannah Montana, pasando por Hi Scool Musical, el perrito Bolt, Kung Fu Panda… Etc.

El precio de una mona de chocolate de calidad este año va desde los 24 € en adelante. Todo depende de la cantidad de materia prima invertida, porque en ocasiones el trabajo que lleva construirlas no sería pagable.

En Sabadell hemos visto esta mona, en la pastelería Sant Marc, de la Av. de Barberà, 203. Manel Partera, el maestro pastelero de esta firma ha presentado este año su propuesta «anti-crisis»: se trata de una mona de un metro y diez centímetros de alto a base de huevos de chocolate de diversos tamaños con un slogan: «Ante la crisis, mucha vista y muchos huevos».  Los 54 huevos pesan seis kilos y forman un típico «castellet». Están decorados como si llevaran una barretina catalana y con grandes ojos saltones. Su precio: 300 €.