Pintia Cosecha 2004; Junio'08
Junio'08:
PINTIA,, D.O. Toro
Mi curiosidad me hace observarla. Es la primera sensación. Me transmite
sencillez y elegancia clásica, sin nada de orgullo, a pesar de su
juventud y su origen. No deja indiferente. Quiero saber más de élla,
quiero que me deje saber que esconde, qué o quién hay detrás de esa
etiqueta que todos llevamos por vestido cuando salimos a la calle.
Comienzo a descubrirla un poco más. Se muestra inquieta, curiosa, con ganas de ofrecer y dar lo mejor que lleva dentro.
Su descorche, su irradiante confianza, manifiesta quien es en realidad.
Aparece entonces el calor del color, aparece el aroma, aparece la
fuerza, aparece la razón de ser y el sentido extremo.
Ella es Delia Baeza. Ella es un nuevo proyecto. Ella es el sentido de
ser de una vinoteca. No será una vinoteca más. Haciendo honor al
ímpetu, a la fuerza y al coraje de Delia, su vinoteca, La Fisna, será
toda una referencia en muy poco tiempo.
Ella me llevó a Pintia. Esta es la razón de la introducción y esta es la razón del vino.
El Pintia que presento aquí nació en 2004 en San Román de Hornija
(Zamora). En la D.O. Toro y bajo un clima continental extremo a
principios de invierno.
Dotado de una imagen clásica y sencilla, esconde en su interior un sinfín de sensaciones difíciles de enumerar.
Un color de capa media alta. Cereza con tendencia a picota.
Una fragancia a fruta negra, ciruelas y moras sobremaduradas, con notas
a regaliz, y un fondo láctico y torrefacto que hacen que uno retroceda
a momentos de la infancia donde lo sencillo era complejo y lo más
complejo se volvía simple. Aparecen notas balsámicas que obligan a
cerrar los ojos y llegar a sentir el olor de la piedra mojada, metálica
y penetrante. Todo envuelto en un manto de humo y tostados que llevan
la memoria a los días más fríos de invierno alrededor de un hogar de
leña ardiendo.
Se revela en boca como sedoso, cárnico, amplio y generoso.
Aterciopelado incluso. Con una acidez marcada y vivaz. Lleno de todas
las sensaciones descritas ahora ensalzadas por la oxigenación y el
calor. Largo, sabroso y envolvente. Un buen tanino de fruta que intenta
permanecer en nuestra boca para recordarnos quien y de donde es.
Finalmente, un postgusto intenso y una persistencia larga y agradable con recuerdos a toffe y chocolate.
Un lujo para los placeres que mejorará con el paso de los años que le dotarán de la redondez final de y para todos los sentidos.
En resumen, es carácter. Es personalidad. Es nobleza, valentía y casta. Es Toro.
A lo largo de la vida conoces muchas personas. De todas ellas llegas a
aprender algo, más o menos significativo. Sin embargo, con los años,
algunas pasan a formar parte del olvido. Otras, en cambio, dejan una
huella que te acompañará a lo largo de toda la vida. El vino es como
las personas. Algunos caen pronto en ese olvido. Otros, simplemente,
son Pintia.
Delia es como Pintia. Pintia es como Delia. Con razón es su vino. Con razón es ella.
La indiferencia no es su razón de existir.
Cosecha: 2004
Bodegas: Pintia de Vega Sicilia.
D.O.: Toro.
Uva: Tinta de Toro.
Crianza: En barricas de roble francés.
Maridaje: Solo con carnes rojas y caza.
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- Sáb, 15/11/2008 - 20:51