Posted by Juan Reyes
Me ha llamado la atención esta mañana la iniciativa que cuatro jóvenes emprendedoras han puesto en marcha en su recién estrenado bar-cafetería situado en el número 37 de la calle Sant Quirze de Sabadell: El Planet. Han ideado una especie de servicio de donaciones solidarias que hay que explicar bien para entender su buena intención.
La idea es que cualquier persona, sea cliente o no de la casa, deje pagado una consumición (o las que desee) para que cuando alguien que no pueda pagárselo la disfrute. La camarera apuntara la consumición pendiente en un folio que pega en la puerta de entrada del establecimiento. Y así aquella persona que lo desee podrá consumir desde un café que cuesta 1,15 euros, hasta un menú de almuerzo que consta de café y bocadillo y que cuesta 3 euros. Incluso algún bocadillo en pan de mollete de Antequera que es una de sus ricas especialides.
Confianza
«Es un ejercicio de confianza», señala una simpática camarera y socia llamada Gisela de ojos claros y agradable sonrisa. Ejercicio de confianza porque el cliente confía en que el dinero que pagará sera déstinado para esa buena causa; y ejercicio de confianza porque las chicas confiarán en que la persona que aproveche el pedido será porque realmente lo necesita, lo desea y su situación le impide pagar.
Esta mañana había unas siete propuestas pagadas por los clientes. Las primeras, no obstante, las han pagado ellas de su bolisllo. Y además, parte de las propinas las destinan a esta iniciativa.
No se trata de algo dirigido a los indigentes exclusivamente, ni mucho menos. La idea es que cualquier persona que siempre se ha podido permitir el lujo, o placer de un almuerzo, un café a media mañana, sentado en una terraza y que la maldita crisis le ha cortado de cuajo estos pequeños placeres, pueda disfrutarlo otra vez. Es difícil, porque hay la barrera de la vergüenza que muchas personas, la mayoría siente ante este tipo de «ayudas», pero las chicas lo tienen claro: «Queremos que la situación cambie y queremos ayudar a que eso ocurra. Para que las cosas cambien y para ser solidarios, primero tenemos que serlo nosotras».