Quien haya pasado esta semana delante de la puerta del chino «Feliz» le
habrá sorprendido una serie de cambios en su fachada que ha sustituido
el rojo por el gris y el blanco. Ahora se llama «Wok Feliz» y su oferta
ha cambiado considerablemente.
Renovarse o morir, ese es el dilema. Y como a sabiduría nadie le gana a
los orientales, Yi Bing Xu ha decidido llevar a cabo la transformación
de su emblemático restaurante para acomodarse a la nueva moda de
buffet-libre-wok que al parecer está ganando adeptos a diario.
La calidad es una de las mayores preocupaciones de este empresario que
conoce muy bien la gastronomía. Si tenía que cambiar de fórmula, debía
hacerlo por la puerta grande. Renovarse para mejorar. Es lo que ha
conseguido.
Calidad y frescura
Ahora el local dispone de un apartado destinado a exponer los alimentos
que ofrecen un aspecto de lo más apetecible. Presentación esmerada con
productos frescos de la más alta calidad, desde los entrantes hasta los
postres. Dos planchas con sendos cocineros preparan al wok o a la
plancha la elección del cliente para que lo deguste en su punto.
La gama de productos incluye recetas chinas y españolas. En total se
cuentan más de setenta recetas diferentes y el cliente puede repetir
tantas veces como desee, aunque se reclama cierto sentido común.
Entrantes como mejillones a la vinagreta, ensalada china, y siguen
sushi y sashimi deliciosos con wasabi y salsa de soja, arroces,
paellas…Hay para todos los gustos, tanto carnes comopescado y marisco
fresco… Siempre con un aspecto de lo más sugerente.
También ofrecen pizzas italianas y una de nueva creación que es de
carne de pato pekin con salsa de reducción de soja. Una novedad de
sabor exquisito.