Aunque para mi este restaurante La Bodega era un gran desconocido desde hace sólo unos días lo he añadido en mi agenda como lugar interesante para ir con la familia y/o amigos. Su cocina de mercado es deliciosa, bien servida y abundante. He tenido la suerte de probar un sinfín de platillos, que aunque en pequeño formato, me he podido hacer una idea de lo mucho y rico que se cuece en esta casa. De principio decir que todas las recetas son trabajadas con mimo; cada producto su aceite; cada receta su sabor.

Frente a mí desfiló el siguiente rosario de recetas: pimiento de piquillo relleno de brandada de bacalao; torrada de escalivada hecha en el fabuloso horno de carbón de encina con excelente aceite de oliva; tapa de lomo de bacalao sobre lecho de calabacín y cubierto de pisto, acompañado de rebanaditas de pan de pasas; boquerones y chocos a la andaluza; los famosos «ous a la bodega» que llevan patatas fritas naturales cortadas en finas rodajas y jamón ibérico de bellota; y pincho casero de jugosa carne junto con judías del «ganxet» y tropezones de panceta.

Delicioso

Todo me pareció delicioso, en especial los citados huevos que son marca de la casa; un pecado benial que recomiendo encarecidamente. Ideal también el pan que ellos mismos elaboran en varias versiones.

Cuando mi estómago creía que no podría tomar nada más llegó el turno del postre, o de los postres mejor dicho. Brillante la idea de la crema catalana combinada con una bola de helado de coco; la mezcla es deliciosa. Y para los amantes del tiramisú, decir que el de La Bodega es genuino con queso mascarpone; aunque evitan añadirle el amaretto.

El vino es especial. El nombre La Bodega ya indica que alguna relación con el vino tienen que tener. Y es que entre la decoración destacan unas barricas de vino que contienen priorato dulce, seco y semi. Los sirven en jarras de cristal y en porrón. ¡Qué rico!.

Os dejo algunas fotos: